¡Cuidado SPOILERS!
En plena era prolífica de las series de animación para adultos, está claro que 'Rick y Morty' ocupa un puesto muy destacado. Tras un parón de dos años, la serie ha vuelto con su cuarta temporada planteando nuevas aventuras, algunos cambios y, por supuesto, luciendo su característico humor. Más allá de la trama principal, el primer episodio, emitido en España por el canal TNT y por HBO, ha dejado un detalle que muchos fans no han querido dejar pasar.
Tal y como señala ComicBook, la relación entre el desequilibrado científico y su nieto ha sufrido un cambio bastante significativo y que no ha pasado inadvertido. Al principio del capítulo, cuando Rick se va a por unos Cristales de la Muerte, obliga a Morty a ir con él. Sin embargo, Jerry y Beth lo detienen para decirle que en esa casa las cosas ya no funcionan así. Esto obliga a Rick, visiblemente irritado, a preguntarle a Morty si le gustaría acompañarle.
Un pequeño gesto que recuerda al principio de la serie, cuando los padres de Morty, especialmente Jerry, no se muestran del todo convencidos de que su hijo acompañe a Rick en sus excursiones cuánticas. La separación iniciada por Beth había calmado esta situación, pero su reciente unión ha hecho que el status quo entre abuelo y nieto se vea de nuevo comprometido.
Las lecciones para otro día
Además, y en consonancia con la irreverencia y el descarado tono del que siempre ha hecho gala la serie, este primer episodio ha dejado también un gag en el que ridiculiza por completo a esa parte de la comunidad fan que busca hacerse notar a base de críticas destructivas y vacías de argumento.
En su epopeya por las distintas realidades, Rick llega a un universo en el que el fascismo ha triunfado. El Morty del lugar, desvinculado del movimiento aunque con actitudes completamente totalitarias, obliga a Rick a punta de pistola a que se deje de politiqueo y le lleve a vivir las "divertidas y clásicas aventuras de Rick y Morty". Una divertida y mordaz crítica a quienes han denostado durante estos años a la serie por posicionarse en uno u otro lado del espectro político llevándola a una supuesta pérdida de calidad.
