Vaya... pasada

Alfred Hitchcock es un director sublime. Qué va, no es sublime. ¡Es maravilloso! Y en esta película lo demuestra, cada minuto que pasa. La trama se va volviendo cada vez más intrigante, y el guión es redondo e inteligente. Es, sin ninguna duda, una de las mejores películas del director, con una actuación maravillosa de mi querido James Stewart.

Algo que sí es medio malo, la actuación de esa chica rubia con gafas. Me sobra bastante en la película, y me parece innecesaria. Pero es perdonable.

Muy recomendable a los amantes del director y al cine de suspense, en general. Magnífica. Esta cinta es un clásico en toda regla.