¿Ninja qué...?

James McTeigue, ya saben, ése director que nadie consigue que se acuerden de él, y mucho menos que recuerden su nombre o lo que hizo. Pues bien, éste señor, es el firmante de ¿Ninja qué...? Y de la correcta V de Vendetta. Film al servicio de los intereses en las sombras de los hermanos Wachowski, creadores del universo Matrix; y del productor Joel Silver. No en vano, McTeigue, fue ayudante de dirección en la consabida trilogía. Por eso, a mi siempre me ha dado la impresión de ser un director "curritos". En la mentada V de Vendetta, el guión fue modificado al antojo de los citados hermanos, con el correspondiente cabreo y repudio del padre de la criatura en comic: Alan Moore (y cuándo no está enfadado éste, si incluso la mejor adaptación de un trabajo suyo, Watchmen, la mandó a hacer puñetas); dejando la historia algo mutilada en su forma y fondo. Ellos fueron los también firmantes de un film, que si no lo habéis visto, os recomiendo: Lazos ardientes, cuando demostraban que querían contar historias y, tocaron cenit con su primer Matrix, de ahí en adelante, todo es cuesta abajo.

McTeigue, "el curritos", se limita a organizar en el set el meollo y poco más, a juzgar la sombra tan alargada de los otros. V de Vendetta (con unos estupendos Hugo Weaving bajo la máscara y mi debilidad hecha fémina, llamada Natalie Portman); consiguió un notable éxito, que hizo afianzar para otro proyecto al "curritos" James. Y, hete aquí, que el chaval ha hecho el segundo en solitario y, ¿adivinan? Si, premio para todos, los Wachoswski (con todos los coches abollados tras el desastre de Speed Racer) y el incombustible Joel Silver, vuelven a estar en las sombras...¡tachan!

Un inciso: el supervisor de efectos especiales de la trilogía Matrix, John Gaeta, fue junto con su equipo, uno de los pioneros en el famoso tiempo bala, así como de la cinematografía virtual, es decir, escanear a un actor, para luego insertar su interpretación en el film y hacer que interactúen ambos mundos. ¿Recuerdan el Neo digital, en secuencias como las peleas con Smith y sus clones en sendas secuelas de Matrix? Y, ¿David Fincher con El Curioso Caso de Benjamin Button, insertando actuaciones a distintas edades del Brad Pitt escaneado e interpolado a otro cuerpo? O ¿al Gollum del señor de los anillos? Lo digo para recordarle al público, que James Cameron y su Avatar, son la prolongación de toda esa tecnología, no una revolución en sí. Su hito es el 3D tan perfecto, junto al "capture motion".

Habrán dicho ustedes, bueno pero... ¿a qué viene tanta introducción? Respuesta: ¿Ninja qué...? no me daba para tanto amigos. Para reducir a vaya pedazo de mier..., perdón, vaya película más soporífera; con lo que a uno le gusta hablar de cine, no me pareció justo.

Pues bien, el amigo James, "el curritos", en este film no ha debido moverse ni de la silla el tío, que digo, la ha dirigido desde su trailer. Un film que se nota, está grabado en su mayoría por la segunda unidad, que tiene su propio director. Pocos directores a esos niveles, dirigen la segunda unidad, se deja todo planificado y el otro, "curritos 2", dice cómo hacerlo. A excepción de Christopher Nolan, el responsable del nuevo Batman, que todos los planos que salen en pantalla son suyos.

¿Ninja qué...? Es un film precipitado, mejor aún, inexistente, todo va atropellado, metido con calzador, guión desaparecido (se lo dejaría en el trailer "el curritos), interpretaciones que mejor ni hablamos; para enterarme de qué iba, tuve que preguntarle a la salida al acomodador, que a su vez fue a preguntar a su encargado, y ahí siguen...

Es otra intentona de hacer un comic-film, en esta ocasión con litros de sangre saliendo por doquier a presión, rollo Kitano oTarantino; con ínfulas a lo Yakuza y el bueno del John Woo, etapa oriental.

Hay reminiscencias a la "Agogé" griega, -vista por ejemplo en el film 300-, en todas las secuencias del protagonista en su adiestramiento, sobretodo en la etapa infantil, que recuerdan muy mucho, al citado film, y al modo de vivir de Esparta. Peleas bajo la lluvia, emulo de tantas cintas; persecuciones de "chichi y nabos"...; y, eso si, un protagonista que aguanta todo lo que le echen, con más cortes que la nacional dos, y que no hay hospital donde tengan tanto hilo para coser tanta herida.

En conclusión ¿Ninja qué...? no llega a nada, porque no parte de ningún sitio. No engaña a nadie como subproducto, que particularmente, no me llega ni a entretenimiento. Los citados señores de arriba, debieran empezar a replantearse que una vez fueron dignos, y que desde ésa vez, andan perdidos por algún extraño camino. Ojalá vuelvan, porque aquélla vez, el viaje fue una pasada.