ENTREVISTA ECARTELERA

André Aciman: "No me he recuperado de 'Llámame por tu nombre' y jamás lo haré"

Hablamos en profundidad con el autor de 'Llámame por tu nombre', que presenta su nueva novela, 'Variaciones Enigma', en la Feria del Libro de Madrid.

Por Pedro J. García Más 13 de Junio 2019 | 17:26
Redactor y crítico pop. Me apasiona la animación y veo series por encima de mis posibilidades.

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Elio, Elio, Elio. Oliver, Oliver, Oliver. Para mí, como para tantos otros miles de personas en todo el mundo, esos nombres tienen un significado muy especial. 'Llámame por tu nombre' nos sumergió en una de las historias de amor más arrebatadoras del cine reciente, y aquel verano de 1983 en Italia sigue muy vivo en la memoria para todos aquellos que nos dejamos arrollar por la película de Luca Guadagnino y aun no nos hemos repuesto de ella.

'Llámame por tu nombre'

La historia de Elio (Timothée Chalamet) y Oliver (Armie Hammer) se convirtió en una experiencia transformadora para muchos, creando el recuerdo de un primer amor que nunca vivimos, pero que, de alguna manera, pasó a ser nuestro. La película, ganadora del Oscar a Mejor Guion, continúa enamorando a la audiencia, y la idea de volver a encontrarnos con los protagonistas en una hipotética secuela, provoca tanta ilusión como incertidumbre.

Como nosotros, el autor de la novela en la que se basa el film, André Aciman, no ha superado a Elio y Oliver. Por eso decidió volver a sus vidas para averiguar qué había sido de ellos. La continuación de 'Llámame por tu nombre', titulada 'Find Me', se edita en inglés el próximo mes de octubre, pero Aciman ha venido a España para presentar la edición en castellano de su anterior novela, 'Variaciones Enigma' (Alfaguara), recientemente publicada en nuestro país, la historia de un hombre que se busca a sí mismo en las relaciones amorosas y sexuales más importantes de su vida.

Antes de su esperado paso por la Feria del Libro, tuve la oportunidad de entrevistar a Aciman, que nos concedió una generosa porción de su tiempo en Madrid para profundizar en su obra y el impacto de 'Llámame por tu nombre'. Los nervios provocados por la idea de conocer a la persona responsable de un relato tan influyente en mi vida se disipaban al entrar en la sala del hotel de Gran Vía donde iba a tener lugar la entrevista.

André Aciman

Aciman me recibe con los brazos abiertos. Su carácter es amable, cálido y extremadamente atento, lo que contrasta con su seriedad profesional y la honestidad de sus respuestas. Me ayuda a mover una pesada mesa de mármol para apoyar mi grabadora entre nuestros dos asientos, pero al final me pide que me siente en su sofá y la coloque entre nosotros. Su voz es muy suave, así que cuanto más cerca, mejor. De repente, se da cuenta de que mi fondo de pantalla del móvil es una imagen de Elio y Oliver (lo lleva siendo desde finales de 2017) y me dice con tono juguetón "¿Qué es eso que estoy viendo?".

Eso da pie a que me pregunte sobre mi experiencia viendo la película por primera vez. Inmediatamente, siento que me puedo abrir con él. "Fue en Dublín, meses antes de que se estrenara en España. La vi solo. Salí del cine y deambulé por la ciudad perdido, con la lluvia mezclándose con mis lágrimas", le explico. Le divierte y le conmueve (o eso me parece). Cualquiera diría que a estas alturas estaría harto de hablar de la película, pero es él quien saca constantemente el tema, quien me pregunta por ella, por las ediciones que tengo, por mi relación con Elio y Oliver. Está claro que está tan enamorado de 'Llámame por tu nombre' como nosotros. Finalmente consigo poner en marcha la grabación. Aciman se acerca al micrófono y bromea "¿Policía?". Así comienza una conversación que recordaré siempre.

eC: 'Variaciones Enigma' se acaba de editar en España. ¿Cuál fue la inspiración para escribir la historia?

Aciman: De hecho, comienza por el final. Lo primero que escribí fue el último capítulo en la vida de Paul, y a medida que lo hacía, me di cuenta de que claramente era un hombre casado y estaba contemplando tener un affaire. Por supuesto, no ocurre nada, así que pensé que esa historia no podía existir por sí misma, necesitaba una pieza de acompañamiento. Se me ocurrió una historia en la que la mujer es la que está engañando al hombre, y después pensé «no, mejor que ella piense que él la está engañando, pero no lo está haciendo». Luego me di cuenta de que eso no era lo que yo quería. Entonces pensé que durante todo el tiempo que está con ella, él quiere traicionarla, pero no con una mujer, sino con un hombre. Y en ese momento me di cuenta de que esa era la historia que quería contar. Él oscila entre un hombre y una mujer, y necesitaba tenerlo todo enraizado en un relato paradigmático que definiera el libro, por eso escribí la historia de Nanni y Paolo [el primer capítulo del libro]. Me gusta el hecho de que esa historia concluya con Nanni diciéndole a Paolo «márchate a casa, no lo estropeemos». Al final del libro, se da cuenta de que él está haciendo eso, está volviendo a casa, solo, después de contemplar tener una aventura que jamás iba a ocurrir.

eC: El libro se publicó originalmente en 2017. ¿Cómo afecta el tiempo a la percepción de tu propia obra?

Aciman: No creo que el tiempo me haya afectado de ninguna manera, en el sentido de que hay ciertas historias o ciertos fragmentos de mi vida que son definitorios, pero a la vez no significan nada, y aun así me han marcado de alguna manera. Por eso, la historia de Elio y Oliver me marcó, porque es la historia de un chico más joven obsesionado con un chico mayor. Lo mismo ocurre en 'Variaciones Enigma', y la razón es porque todavía no me he recuperado de ['Llámame por tu nombre'] y jamás lo haré. Cuando tenía 8 o 9 años, estaba obsesionado con un chico de unos 17 o 18 años, quizá más, quería ser su amigo. Era el otro único chico judío en la playa a la que solía ir a diario, por eso quería una amistad con él. Esa es la razón por la que Elio y Oliver son judíos. Eso creaba una conexión, quería que se convirtieran en buenos amigos, que se hicieran compañía, que hubiese lealtad entre ellos. Por supuesto, nada pasó entre nosotros. Pero encontré que esa experiencia me hizo quien soy, ese anhelo por otra persona, sin que nada ocurra, soy yo. Me alegro de todo lo que me ha pasado en la vida, he tenido muchas novias, me casé, tuve hijos, pero de alguna manera, lo que tengo tiene menos significado que las cosas que no poseo. No escribo sobre lo que me hace feliz, sino sobre las cosas de las que me arrepiento de no haber tenido. Por eso para mí, escribir es una fuente de consuelo.

Imagen de portada de 'Variaciones Enigma', Alfaguara, 2019

eC: La historia de Nanni y Paolo me recordó mucho a Pedro Almodóvar, concretamente a su última película, 'Dolor y gloria', que incluye un relato similar de despertar sexual. ¿Te gustaría que dirigiera una adaptación al cine de 'Variaciones Enigma'?

Aciman: He visto algunas de sus películas, pero la última no. Hay varios directores gays fundamentales y uno de ellos es Almodóvar. Otro sería Ferzan Özpetek. La gente me pregunta siempre si le he pedido que dirija una adaptación, pero no lo he hecho, sería demasiado obvio. No es lo suficientemente sutil. Con Luca Guadagnino tuve mucha suerte porque hizo una película fantástica y todo salió bien. Tuvo tanto tacto haciendo la película que la gente lo acusó de no ser lo suficientemente valiente. Pero a la vez puedo entender las decisiones que tomó.

eC: ¿Te refieres a las escenas de sexo, a cómo prefirió "preservar la intimidad de Elio y Oliver"? Yo no lo vi como censura.

Aciman: No, pero sí que fue un poco cohibido.

eC: ¿Entonces te habría gustado ver más sexo en 'Llámame por tu nombre'?

Aciman: No. He llegado a un punto de mi vida en el que no me gusta ver el acto sexual en sí, de ninguna clase. Porque una cosa es la ternura, que está bien, pero luego se convierte en un pulso, en embestidas, [pone voz lastimosa] y no quiero verlo. Ya lo veo en televisión continuamente. ¿Cómo se llama ese actor? Dominic West. Siempre está haciendo el amor. No quiero ver eso.

eC: Tu prosa tiene el estilo del flujo de conciencia propio del monólogo interior. ¿Tu proceso de escritura es así también o sabes en todo momento hacia dónde se dirige la historia?

Aciman: Nunca lo sé. La historia toma una curva y pienso «¿Conque ahí es donde nos dirigimos? Adelante». Pero a veces se convierte en un completo error y acabo volviendo atrás. Depende. Por ejemplo, la escena del melocotón en 'Llámame por tu nombre' fue una curva. Nunca planeé escribir algo así, ni quería que fuera tan gráfico como acabó siendo. Pensé: «De acuerdo. Elio ha usado el melocotón. ¿Y ahora Oliver se lo va a comer? ¿De dónde sacas estas ideas?». Y no tengo ni idea.

La comentada escena del melocotón

eC: ¿Qué te pareció que Oliver no se comiera el melocotón en la película [al contrario que en la novela, donde sí lo hace]?

Aciman: ¿Sabes qué? Me alegró mucho. Funcionó. Lo que hizo es que, en lugar de comerse el melocotón, los dos forcejean y Elio rompe a llorar. Fue una manera fantástica de alejarse de lo obvio, que era comérselo. Para mí salió bien.

eC: Algo que aprecio mucho de tus historias es que no parece preocuparte la corrección política o cómo el lector pueda tomarse ciertos pasajes. No pones cortapisas a tus personajes y eso hace que sea más fácil acceder a sus pensamientos más oscuros y conocerlos mejor. ¿Es importante para ti dar libertad a tus personajes para ser ellos mismos?

Aciman: Sí, porque yo no vivo según principios. He mentido en mi vida, he hecho muchas cosas, pero no robo, no he matado a nadie. Ese es el límite para mí. No quiero hacer daño a nadie y no quiero que me hagan daño. Más allá de eso, todo está bien. Me gusta la libertad. No me podría importar menos la diferencia de edad. No me importan muchas de las cosas que la gente considera tabú.

eC: En relación a eso, hay una historia en 'Variaciones Enigma' sobre un niño de 12 años descubriéndose sexualmente a través del deseo que siente por un chico mayor. Por supuesto, no pasa nada entre ellos, pero ¿no te preocupa que pueda malinterpretarse?

Aciman: No, no me importa. El otro día conversando con un amigo, le dije «veo niñas de 12 años y ya las encuentro atractivas», y él me dijo, «yo también, pero no puedes hablar de ello». Y yo respondí, «no, nunca». Porque si hablas de ello, eres casi culpable de ello. Yo no cometo el acto, pero no tienes ni idea de las ideas escabrosas y asquerosas que a todos se nos pasan por la cabeza. ¿Cómo es posible que haya pensado algo así? Pero es lo que ocurre en nuestra mente. Una de las cosas que hago en mi prosa es permitir que el lector sienta que puede deshacer los tabúes y darse cuenta de que, si yo puedo hablar del melocotón, es porque tú tienes un melocotón en tu vida. Tú también has hecho algo así de loco. Y si no lo has hecho, ¿qué clase de ser humano eres? Todos exploramos en la vida.

eC: Con tus historias, tienes el don de hacer que el lector sienta que los recuerdos del protagonista son los suyos propios. ¿Cómo lo consigues?

Aciman: Es algo intencionado. La prosa que escribo es de un estilo muy particular, en el que no se te permite llegar inmediatamente al final de la frase, porque se prolongan. Una vez has aceptado el ritmo de mi prosa, puedes introducirte en la frase. Tu cerebro está en mi frase. Y los pensamientos que tiene el personaje se convierten en tus pensamientos, porque te has dejado contaminar por ellos. Y eso es justo lo que quiero. Quiero que sientas que la misma prosa te está haciendo sentir cosas, imaginar cosas que te han pertenecido toda la vida, no solo ahora que las estás leyendo, y que reconoces. La prosa que me gusta en otros escritores es la que toma forma de revelación de algo que siempre he sabido. Es algo que aprendes de Proust. Él sostiene que todo lo que dice ya lo sabías, simplemente nunca habías pensado en ello. Y lo que yo añado es que ya lo habías imaginado, pero no habías dado el paso conscientemente. Todo lo que digo, por muy impactante que parezca, no lo es porque quiera impactarte. La razón por la que me atrevo a decírtelo es porque sé que lo compartes conmigo. No te estoy contando algo completamente nuevo. Ya lo sabías.

Elio y Oliver, recuerdo de verano

eC: En 'Variaciones Enigma' repites «Lo recuerdo todo» varias veces. Es un motivo recurrente en tu obra, y una frase muy importante también en 'Llámame por tu nombre'. ¿Somos nuestros recuerdos?

Aciman: Sí. No siempre recordamos lo mejor que nos ha pasado en la vida, a veces recordamos lo peor y no podemos olvidar o perdonar, pero lo que tenemos como personas es un saco lleno de recuerdos. Y los recuerdos no tienen ningún valor a menos que puedas compartirlos con alguien. Imagina que tienes una fotografía de alguien muy querido para ti, por ejemplo tu madre. Si no se la enseñas a alguien que quieres, estás cometiendo un acto erróneo. Tienes que compartirlo. Lo que estás haciendo al mostrar esa foto es decir que tus recuerdos tienen valor. Decirle a alguien "lo recuerdo", es lo más bonito. Cuando llegues a mi edad y te reencuentres con alguien que no ves desde hace 30 años, y le digas «tú y yo solíamos salir a cenar juntos y comíamos en esta pizzería», y esa persona diga: «Sí, me acuerdo. ¿Por qué? ¿Pensabas que me había olvidado?»... qué momento tan maravilloso, descubrir que los dos recordáis lo mismo. Es una forma de intimidad. Es como llamar a alguien por tu nombre.

eC: Muchos de tus personajes tienen en común la fluidez sexual. ¿Crees que todos somos sexualmente fluidos o es simplemente que te gusta escribir sobre personas que lo son?

Aciman: Buena pregunta. Creo que todos somos sexualmente fluidos. Nunca en toda mi vida he conocido a nadie que no lo sea. Todas las personas que conozco me han dicho que lo son. No lo dicen al principio, pero con el tiempo, cuando yo digo que siempre lo he sido, me reconocen que ellos también. Hay personas que, después de estar con un género, deciden estar con el otro. Puedes tomar una decisión u otra, pero fundamentalmente, deseamos las dos cosas, y es algo natural.

Elio y Marzia

eC: Como has mencionado antes, otro elemento recurrente en tus historias es la diferencia de edad. ¿Hay alguna razón concreta? ¿Quieres con ello decir algo específico sobre el amor?

Aciman: No. Recuerdo que desde que era muy joven, siempre me sentía atraído por gente que era mayor que yo, no me importaban las chicas o los chicos de mi edad. Fue así hasta llegar a los 30. A los 27 tuve una novia de 35 o 36, y para mí era un equilibrio perfecto. Hasta que me casé, siempre me relacioné con personas mayores que yo, porque me di cuenta de que sabían más de la vida. Sabían cosas que creía que nunca sabría, y necesitaba aprenderlas. De alguien joven no aprendes. Por eso decidí que Elio tuviera 17 años, para mí fue una edad muy importante en mi vida, porque descubrí muchas cosas sobre otros y sobre mí.

eC: ¿Cómo te sientes sabiendo que la historia de Elio y Oliver ha afectado a tantas vidas?

Aciman: Esa no fue mi intención con el libro. No tenía una misión. En realidad lo escribí para mí mismo. Y ni siquiera iba a publicarlo. No era el libro que por contrato tenía que escribir. Se lo enseñé a mi agente y le pedí que me dijera si merecía la pena, y si no quería ni discutirlo, lo metería en un cajón y nunca más volveríamos a hablar de él. Pero al día siguiente, ella decidió venderlo. Fue muy rápido, en dos días ya tenía un contrato enorme. Pero lo escribí para mí, no para otros. No tenía ni idea de que inspiraría a tantas personas a salir del armario para sus padres, a descubrir que lo que habían deseado toda la vida era completamente normal. Les estaba contando sus vidas en mis propias palabras.

eC: Esa es la sensación que da leyéndote, que en ningún momento estás pensando en el lector cuando escribes.

Aciman: En absoluto, me bloquearía, me aburriría. Escribo para entusiasmarme, para encontrar significado en mi propia vida. Dibujo sobre el papel las cosas que no está disponibles en mi vida, o las que pertenecen a otros contingentes de mi vida. No voy a tener relaciones con otras personas mientras esté casado, eso no es una posibilidad, pero lo escribo para mí, y con el tiempo me doy cuenta de que tengo un producto para los demás.

Aciman con el equipo de 'Llámame por tu nombre'

eC: ¿Cómo ha cambiado tu vida o tu carrera el fenómeno de la película?

Aciman: Ha cambiado varias cosas. Básicamente me proporcionó la sensación de que pertenezco a este mundo, después de ver que a la gente le gustaba lo que había hecho. De vez en cuando me paran por la calle o en el metro y me cuentan cómo les ha afectado. Y yo pienso «vale, lo escribí para mí, pero soy consciente de que con él, estoy hablando a otros mortales», y que soy como ellos, que somos una gran comunidad. Por otro lado, no dejo que todo esto me dé grandes ideas sobre mí mismo, no estoy interesado en el glamour, no lo entiendo, soy muy estoico en lo que se refiere a mi percepción de lo que ocurre a mi alrededor. No dejo que se me suba a la cabeza.

eC: Por eso sigues dando clases en la universidad.

Aciman: Eso es. Y nunca hablo de mis libros con mis alumnos. Ellos tampoco me sacan el tema. Sé que lo saben, pero no forma parte de ese aspecto de mi vida. Y en el edificio que vivo nunca le he dicho a nadie que soy escritor, no tienen ni idea de quién soy, y me gusta que sea así. No necesito que lo sepan.

eC: ¿Cómo suelen ser tus interacciones con fans?

Aciman: Me encantan. Los fans son gente maravillosa. Es muy agradable. Pero no debes engañarte. Les gusta quién soy sobre el papel, no están enamorados de mí como ser humano, es algo de lo que soy consciente. Pero por otro lado, es muy bonito comprobar que has provocado tanto amor en la gente, es una sensación maravillosa saber que eres una fuente de su amor.

eC: Pero hay tanto de ti en tus libros que, de alguna manera, ¿no es como si te quisieran a ti como persona?

Aciman: [Niega con la cabeza] No me conocen. Conocen un aspecto de mí, lo cual me parece bien. Eres quien eres, y la voz de tus libros se asemeja, pero no son personas idénticas.

Elio y Oliver

eC: En octubre publicas la continuación de 'Llámame por tu nombre', 'Find Me'. ¿Fue el éxito de la película lo que te impulsó a escribirla o siempre estuvo en tus planes?

Aciman: Era algo que siempre quise hacer. Quería volver a estar con estos personajes, quería saber qué iba a ser de Elio, quería saber qué le iba a pasar a Oliver. Así que decidí que iba a volver con ellos para ver adónde me llevaba. Nunca sé hacia dónde me va a llevar.

eC: Michael Stuhlbarg va a narrar el audiolibro. ¿Qué me puedes contar sobre eso?

Aciman: Creo que todavía no lo ha grabado, creo que ni siquiera ha leído el libro todavía. Desayuné con él la semana pasada, pero no lo sé. Lo conocí cruzándome con él cuando estuve un par de días en Crema [durante el rodaje de 'Llámame por tu nombre'], y es un ser humano encantador. Me hace muy feliz que vaya a narrar el libro, tiene una voz fantástica.

eC: ¿Quiere decir eso que vamos a tener otro discurso del padre de Elio?

Aciman: [Se ríe] No, nada parecido. Con uno es suficiente.

eC: Ese discurso ha conmovido a tantas personas. Yo me sigo encontrando con él a menudo, y ha motivado a tanta gente a cambiar su relación con sus padres.

Aciman: Ha inspirado a la gente a salir del armario para sus padres. La idea de «necesito tener esa conversación con mi padre, lo acepte o no, tengo que hablar con él», es una conversación difícil, pero imagínate que tu padre, en lugar de sorprenderse, te dice «lo he sabido siempre, no me estás diciendo nada que no supiera ya». Gracias a Dios. Lo que más me gusta es que es el padre quien inicia la conversación, no el hijo. De hecho, el hijo quiere evitarla.

Michael Stuhlbarg

eC: ¿Dónde retoma 'Find Me' la historia de Elio y Oliver y cómo lidia la novela con las últimas páginas de 'Llámame por tu nombre'?

Aciman: Lo que te puedo contar es que, diez años después de que Elio y Oliver se separasen, el padre de Elio se sube a un tren. Ya no está con su esposa (no sé si se divorciaron o no, no lo he decidido), y conoce a una mujer que posiblemente cambiará su vida. Se dirige a Roma, donde se encontrará con su hijo, que está en Nápoles para tocar en un concierto. Los dos comparten un buen momento juntos. Entonces saltamos 15 años después de la separación de Elio y Oliver. Elio vive en París, es pianista, y también da clases en el conservatorio. Conoce a un hombre mayor, y viven una relación importante. Pero Oliver está siempre presente en su mente, al igual que Elio lo está en la de su padre. Cinco años más tarde (veinte desde la separación, saltamos de cinco en cinco), Oliver está en Nueva York, da clases en la universidad. Él y su mujer se han distanciado, sus hijos han crecido, y empieza a cuestionarse cómo debería haber sido su vida. Y creo que ahí es donde lo voy a dejar, dejaré que el lector descubra el resto.

eC: ¿Y qué hay de la secuela para el cine? Todos parecían muy dispuestos a hacerla, pero después Armie opinó que era mejor dejarlo estar y Luca dijo que iba a esperar a leer 'Find Me' para tomar una decisión final. ¿Cuál es el estado actual de 'Llámame por tu nombre 2'?

Aciman: Tú lo has explicado bien. Al principio, Armie y Timmy dijeron que, si se hacía una secuela, contaran con ellos seguro. Y Luca dijo que iba a hacerla en unos dos o tres años, al estilo de la saga de Antoine Doinel [de François Truffaut]. Después empezaron a enfriarse. Timmy ni siquiera se ha pronunciado al respecto. Armie dijo rotundamente que sí la iba a hacer, y ahora dice que no está seguro, y que a lo mejor no se hace. Luca dijo que iba a esperar a leer 'Find Me'... Y en este punto he tomado una decisión. Me encantaría que hubiera una segunda película, sin duda, pero no sé si estas personas están comprometidas con ella. Aunque la puerta está abierta.

eC: ¿Tienes una relación creativa con Luca?

Aciman: No. He hablado con él un par de veces al año, pero por pura coincidencia, porque hemos asistido al mismo evento. Compartimos unas pocas palabras, y ya está. No hay nada que concretar. Él está ocupado, y yo también.

eC: ¿Y con Timothée y Armie mantienes el contacto?

Aciman: No. Siempre están desperdigados por el mundo.

Luca Guadagnino dirigiendo a Timothée Chalamet y Armie Hammer

eC: Los fans de 'Llámame por tu nombre' también muestran esa ambivalencia de la que hablábamos hacia la secuela. Se dividen entre los que opinan como Armie, que es mejor dejarla como está, y los que necesitan saber más de Elio y Oliver.

Aciman: Lo entiendo totalmente. Es como 'El Padrino'. Me encanta la primera parte. La segunda nunca me encantó, pero entiendo que la gente quisiera más. Lo necesitaban. Y al final el director les dio una tercera parte, porque todavía tenía más cosas que decir. Y me parece bien. Pero yo hago lo que quiero hacer, y creo que para mí se ha acabado 'Llámame por tu nombre'. Ya es suficiente. Voy a pasar a algo diferente, algo que no trata sobre sexo.

eC: Entonces no habrá un tercer libro sobre Elio y Oliver.

Aciman: No lo creo. 'Find Me' es el final de la historia.

eC: ¿Sabes cuándo se editará en España?

Aciman: Tengo entendido que hay interés en publicarlo dentro de un año.

eC: ¿Qué opinas sobre el debate de si las personas heterosexuales deberían contar historias o interpretar personajes LGBT+?

Aciman: Que es tan aburrido... Lo llaman "apropiación". Piensa en todos los actores gays que interpretaron a personajes heterosexuales porque estaban en el armario. En el Hollywood dorado todos eran gay. Cary Grant, Rock Hudson... Así que eso estaba bien, ¿pero que un actor hetero interprete un personaje gay no? Por favor. Me parece una postura intelectualmente empobrecida. Es estúpido. Odio esos argumentos.

eC: ¿Qué te gustaría que el público se llevara de tus historias?

Aciman: Idealmente, no tiene nada que ver con ellos. Se trata de apreciar que la literatura es algo serio, que lo que obtienes de ella no es información, que por supuesto está ahí y es importante, sino un reconocimiento de la atemporalidad de una obra de arte. No estoy diciendo que sea capaz de crear una obra de arte, pero sí aspiro a ello, no hay duda. Hay autores que escriben novelas fundamentalmente baratas, tontas y frívolas, que se presentan como serias, pero están pobremente escritas. Quiero que la gente lea mis libros y piense «este hombre está realmente interesado en ingresar en la tradición de la alta literatura». Esa es mi aspiración. No sé si lo he conseguido, pero hay una galería de autores que admiro, como Proust o Dostoyevski, que no solo han cambiado la humanidad, sino que le han dado una riqueza de percepción, diferentes maneras de mirar el mundo que son específicas a cada uno de ellos. Quiero pensar que he aprendido de ellos y que puedo hablar con ellos de igual a igual.