DESPEDIDA

"Yo, Ennio Morricone, he muerto": La emotiva carta póstuma del compositor

El compositor dejó una carta de despedida para sus seres queridos porque "no quería molestar". En ella tiene un guiño para Giuseppe Tornatore, director de 'Cinema Paradiso', y renueva su amor por su esposa.

Por Jesús Agudo Más 6 de Julio 2020 | 18:34
El redactor más veterano de esta web. Palomitero y fan de que las series estrenen un capítulo por semana.

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La muerte de Ennio Morricone a los 91 años ha dejado impactado a todo el mundo del cine. Son muchos los que han querido recordar y rendir homenaje al compositor italiano, incluido él mismo. El abogado de Morricone, Giorgio Assumma, apareció en la puerta del hospital de Roma en el que falleció con un papel en la mano. Era una carta. Escrita por Ennio Morricone.

Ennio Morricone
En ella, el compositor empieza con un contundente "Yo, Ennio Morricone, he muerto" y explica que dejó esta carta escrita porque "no quiere molestar". En ella pasa a despedirse de sus seres queridos, desde un último adiós a María, su esposa, a una mención a Peppuccio, mote de Giuseppe Tornatore, director de 'Cinema Paradiso', y su esposa Roberta Pacetti. Aquí está traducida al castellano:

"Yo, Ennio Morricone, he muerto.

Lo anuncio a todos los amigos que han estado junto a mí siempre y a los que están lejos, a los que saludo con mucho afecto. Es imposible nombrarlos a todos.

Pero un recuerdo particular es para Peppuccio y Roberta, grandes amigos muy presentes en los últimos años de nuestra vida.

Una razón me lleva a saludar así a todos y a celebrar un funeral privado: no quiero molestar. Un saludo afectuoso a Inés, Sara, Enzo y Norbert, por haber compartido conmigo y con mi familia gran parte de mi vida.

Quiero recordar con cariño a mis hermanas Adriana, María, Franca y a sus familias, y hacerles saber lo mucho que les he querido.

Un saludo pleno, intenso y profundo a mis hijos Marco, Alessandra, Andrea, Giovanni, a mi nuera Mónica y a mis nietos Francesca, Valentina, Francesco y Luca.

Espero que sepan lo mucho que les he querido.

Por último, María (pero no última). A ella le renuevo el extraordinario amor que nos ha mantenido unidos y que lamento abandonar.

Para ella es el adiós más doloroso".