No es Dios, se llama Madre Naturaleza

Hay películas que por su belleza estética merece mucho la pena verlas en el cine (incluso en 3D), y "La vida de Pi" es una de ellas. Aquí es sin duda donde reside la fuerza de la cinta, con unas escenas impresionantes. Sin contar que la cultura de la India embellece aún más cualquier historia (al menos, la India "colorida").

Lee ha sabido contar el relato de manera amena, principalmente por sus efectos visuales, pero también se ha sabido manejar con bastante acierto en la sucesión de planos y en la estructura de la narración. El guión, basado en la novela del mismo nombre, encaja perfectamente en la gran pantalla. La actuación de todos los actores es convincente, incluido el propio Suraj Sharma, que logra transmitir al espectador todo el drama que sufre.

Sin embargo, me hubiera gustado que se luciese más la bellísima Shravanthi Sainath, que quedó relegada a pocos minutos durante la adolescencia del protagonista, aunque también es verdad que la historia se basa casi en su totalidad en una aventura individual.

La necesidad de incluir a Dios en la historia tan insistentemente es lo que menos acertado me parece. Incluso se da el curioso suceso de pretender referirse a ese Dios de manera conciliadora, haciendo referencia a varias religiones. Simplemente, con haber mantenido una postura más laica y haberle otorgado el mérito del paraíso visual de la obra al propio planeta Tierra ya hubiera sido más que suficiente, sin entrar en temas que pueden llegar a ser controvertidos.

En resumidas cuentas, es una película fantástica, con las que el espectador consigue el propósito de evadirse del mundo real aunque sea solo por un par de horas, y a pesar de que luego sea más doloroso regresar a él.