La animación del futuro

Vayamos por partes. Visualmente es incontestable: nunca una película de superhéroes ha sido más fiel al género literario que referencia y nunca ha brillado con tal intensidad, con una identidad tan propia.

Ahora bien, la historia se me ha quedado a medio gas y creo que ha sido por la elección del protagonista: con un arsenal de secundarios tan interesantes, Morales me sabe a poco y la trama principal no tiene la potencia necesaria para llevar todo el peso (y más cuando tienes un Spiderman QUE MATA NAZIS en la película).

Volvemos otra vez a ver la historia de siempre cuando podríamos haber ido mucho más allá: la introducción de los nuevos personajes es ínfima y es, quizá, lo mejor que tiene el film. Es muy cierto que tiene una forma de contar la historia muy divertida y ágil, con música que le va que ni pintada, pero creo que tendrían que haber buscado una trama principal más atractiva, un protagonista con un conflicto más interesante y más lejano a lo que ya hemos visto CUATRO veces en cine.

Una maravilla disfrutar de tantos villanos y con escenas de acción tan trepidantes; sin embargo, el clímax, pese a su espectacularidad, queda enmarañado en un batiburrillo multicolor que, personalmente, no me convence.

Una vez más, la técnica se come a la historia, y mira que tenía potencial...