Una jugosísima trama desaprovechada

En 2023 una comedia romántica queer ya no es una novedad. La adaptación del libro 'Rojo, blanco y sangre azul' era uno de los acontecimientos más esperados por parte de los seguidores de la novela. No era para menos. Hay que reconocer que de todo el género de películas de este tipo, la trama que nos presenta el libro (el hijo de la Presidenta de los Estados Unidos se enamora del Príncipe Harry del Reino Unido) es de lo más jugoso que uno puede imaginar.

Y sin embargo, aquí llega la película y el resultado es... meh. Por un lado se nota la falta de presupuesto. Esos planos cortos evitando mostrar más para no tener que pagar por ello son una constante. Al final adquiere ese tonillo de película de sobremesa de Antena 3 que no termina de abrazar del todo pero sí está ahí sobrevolando durante todo el metraje.

Por otro lado, leyendo entrevistas al director, da la sensación de que invirtieron tanto tiempo buscando a Taylor Zakhar Perez y Nicholas Galitzine que, cuando los encontraron, ya se pensaron que estaba todo hecho. Y sí, los dos protagonistas son uno de los -pocos- aciertos que tiene el filme, pero quedarse ahí era un error.

Al final el gran pecado de 'Rojo, blanco y sangre azul' es no aprovechar una trama tan compleja y sorprendente para quedarse en una romcom queer de base. Porque en el 98% de la película podrías estar viendo 'Rojo, blanco y sangre azul' o un capítulo de 'Heartstopper'. O de 'Jóvenes altezas'. El no querer ir más allá, de no aprovechar lo que se tiene para mostrar algo más complejo y entretenido es el principal lastre del filme. Al final está contando lo de siempre como siempre con un pequeño asterisco a pie de página diciéndonos quiénes son los personajes.

A todo esto hay que sumarle cierta sensación de precipitación en los acontecimientos. Mucho tiene que suceder en un metraje relativamente corto pero da la sensación que el propio relato se pierde hacia el final, cuando uno no termina de saber muy bien en qué orden se están sucediendo los acontecimientos. Al final 'Rojo, blanco y sangre azul' se queda en una versión muy descafeinada de lo que pudo haber sido. Pero, al menos, el acierto con sus protagonistas hace que se pueda abrir todo un fandom sobre la película. Que no es poco.