Réplica

En 1979, la talla medieval de la Virgen de Zikuñaga fue robada de su hornacina en la ermita que llevaba su nombre, dejando tras de sí un hueco visible que pronto se convirtió en símbolo de un vacío mucho más profundo: el emocional, el colectivo. Aquella imagen, que había formado parte del paisaje cotidiano de Hernani, desapareció sin dejar rastro, y con ella se fue también una parte del imaginario del pueblo.

Dos años antes, en 1977, Juanmi Gutiérrez —padre del director— había filmado un cortometraje sobre esa misma imagen. Sin embargo, la película nunca pudo proyectarse: la Guardia Civil requisó la bobina, condenando el proyecto al olvido. Estas dos pérdidas —la escultura robada y el filme desaparecido— se entrelazan en el documental como reflejos de una misma herida: la memoria interrumpida, la dificultad de conservar lo que da sentido a una comunidad.

Décadas más tarde, la ermita original fue demolida, aunque sus piedras fueron conservadas durante cuarenta años. En 2022, se reconstruyó el templo a unos 200 metros de su ubicación original, reavivando en el pueblo la esperanza de que la Virgen regresara con él. Pero más allá del objeto perdido, lo que 'Erreplika' propone es una reflexión sobre la ausencia, la reconstrucción simbólica y el papel del cine como herramienta para recuperar lo que ya no está.