Cuando no tienes nada que perder... ganas

Un padre de familia obsesionado por el triunfo y evitar a los perdedores; una madre que pretende unir a una familia destructurada; el filosófico (a su manera) abuelo heroinómano; el tío gay despechado y suicida; el hijo adolescente que, bajo el influjo Nietzscheano, luchará por un sueño imposible... y la guinda: la benjamina, una niña de ocho años que no destaca precisamente por su belleza, pero que su ilusión gira entorno por participar en un concurso de belleza infantil.

Este es el cuadro icónico de una surrealista crítica a cómo la sociedad está construida para hacernos valorar si "damos la talla" o no. Y cuando no entras en esos "moldes" puedes optar por frustrarte y huir o bien alegrarte por ser diferente y ajeno a lo que se estipula "perfecto".

Un viaje que sacará a relucir que las obsesiones son de perdedores al igual que el estancamiento en creer que no hay solución al desamor o a los objetivos frustrados. Un viaje en el que de alguna forma (casi) todos ganan.