Mulholland Drive, un paseo a través de la memoria surgida de la experiencia. Un compromiso entre razón y sentimientos.

Yo saqué mi propia teoría de la película. Aconsejo darle sentimientos u emociones a los objetos como la caja, la llave e incluso a los abueletes sonrientes. Es una película para romperse el coco y esto no es algo que agrade a cualquiera. Está llena de escenas memorables y de una técnica perfecta, con planos originales y unos actores excelentes. David Lynch parece estar más loco que una llama en una moto, pero no os confundais; no está loco, simplemente es filósofo.