Atmósfera inquebrantable

Esta era una de las cintas que tenía en mi lista de pendientes, básicamente por culpa de mis prejuicios hacia el cine español y las decepciones que me he llevado en 2014 con nuestro cine incluyendo El niño pues no iba con tantas expectativas hacia esta película y al final ha eliminado todos los prejuicios que tenía contra la cinta. Me han dado una película de suspense a la altura, con grandes actuaciones y una dirección y fotografía que quitan el hipo. Planos que se pueden ver sin ningún problema, planos duraderos, cenitales, largos, realmente te sientes cómodo viendo la película aunque el ritmo no sea algo llevadero quizás para todo tipo de público que espera algo similar a El niño, cinta más de acción que otra cosa. Arévalo y Gutiérrez, dos actores habituales de comedia se comen la pantalla en los dos papeles posiblemente más serios y oscuros de sus carreras. Rodríguez dirige de la mejor forma superándose aún más de lo que lo hiciera de forma sorprendente con la infravalorada Grupo 7. Saca lo mejor de hasta Jesús Castro quien en El niño daba vergüenza ajena por momentos, aquí deja escenas intensas e incluso divertidas por la forma de comportarse el señor Gutiérrez.

La música encaja con la atmósfera de la cinta, atmósfera que te atrapa desde el primer minuto y no te suelta aunque tenga sus subtramas que no llevan a ninguna parte y su final imprevisible pero abierto. Una cinta para recordar no solo en el cine español sino entre los thrillers de los últimos años. Oscura y absorbente como pocas, realmente notable.