El mago que embrujó a medio mundo. No con su varita, sino con su corazón.

La película transcurre de manera atropellada, llena de topicazos y unos personajes que distan mucho de haber seguido una creciente transformación psicológica conforme han pasado los años. Diálogos absurdos, proposiciones que no vienen a cuento, desvarío de efectismos y un final pésimo en cuánto a técnica se refiere. Todo ocurre desenfrenadamente, causando insatisfacción en vez de emoción.

A pesar de lo dicho, la saga aún posee una esencia única que marcó con su primera entrega y consiguió a millones de fans incondicionales. Y a pesar de sus enormes fallos que podrían haberse reducido con más tiempo de preproducción, "Harry Potter y las reliquias de la muerte: Parte 2" es una película que ningún fan puede perderse, siendo modelo a seguir de muchas otras sobreproducciones actuales.