Frontera

‘'Frontera'’ es una película de Judith Colell que se remonta al siglo pasado. Echa la vista atrás y junto a los guionistas Miguel Ibáñez Monroy y Gerard Giménez retrata en la pantalla la oscuridad de la posguerra española.

Es el año 1943, Europa está en plena Segunda Guerra Mundial. En un pequeño pueblo en la frontera entre España y Francia los cielos son grises y el sonidos de sangre y olores a metal inundan la tierra.

Se encuentra en un punto estratégico, entre los pasos por los Pirineos. Lo que antes era un tramo de esperanza y libertad ahora ha sido bloqueado por el régimen franquista. Quienes antes veían su salvación ahora se encuentran con violencia y un muro armado que les impide avanzar.

Aunque la oficina de aduanas está al mando del régimen, las mentes de los trabajadores no. Este es el caso de Manel Grau (Miki Esparbé), un funcionario marcado por unos valores republicanos.

La situación cambia cuando Juliana (Bruna Cusí) plantea la opción de ayudar a los perseguidos. Se les une Jerôme (Kevin Janssens), un “pasador” francés especializado en escapadas y ocultarse entre el silencio de las montañas.

Cada paso es un acto de rebeldía, cada desafío ayuda a una creciente resistencia. Sin embargo, la resistencia significa tensión. La contradicción entre las órdenes, la supervivencia, la obligación y la libertad trae recuerdos de una guerra civil en la que fueron derrotados hace apenas unos años.

Manel se remontará a su pasado que había reprimido y se verá atrapado entre seguir adelante con sus valores o poner su integridad por delante y obedecer a los de arriba. ¿Obedecer o morir por sus principios?

Acción, emoción, memoria. Silencio, huída y memoria colectiva. ''Frontera'' muestra al desnudo el valor, la culpa y un retrato de quienes permanecieron al margen en un momento en el que tanto los que obedecían como los que se rebelaban acababan con las manos manchadas de sangre y secuelas emocionales.