Encantador relato corto de imaginación desbordante. Arrietty, cómo me calientas...el corazón.

Los estudios Ghibli acostumbran a hacer proyectos palpitantes con su clásica moraleja educativa sobre el medio ambiente como "La princesa Mononoke", pero esta vez han decidido aparcar su máquina agitasensaciones para dar rienda a un nuevo invento que no lo habían explotado en su totalidad anteriormente. Y ese precisamente es el superrompecorazón de metal. Consiste en poner en acción un corazón, cuánto más duro mejor para comprobar la efectividad del susodicho invento y a partir de aquí, la máquina empieza a accionar durante 94 minutos, de esta manera, la máquina rompecorazones-de-metal consigue fragmentar en pedazos la capa rígida del órgano, dejándolo húmedo y al descubierto en un período de tiempo récord. Si esque estos japoneses son los primeros en avances tecnológicos porque hasta tienen un proyecto súpersupersecreto que consiste en contener sus emociones en la realidad tangible para sobreexplotarlas en la realidad virtual surgida del maravilloso invento del proyector cinematográfico. Te quiero, Arrietty.