Embaucadora locura.

He de admitir que ayer me senté en la butaca con las espectativas muy altas depues de no encontrar ni una sola crítica negativa de la película. Si a esto le sumamos que no soy, ni de cerca, un mínimo seguidor de la danza, tiene todavia más mérito que saliera impresionado, a la vez que temblando, abrumado por la locura de su protagonista.

Aunque por otro lado, el inicio de la película me parecio un tanto lento y pesado para aquellas personas que no disfrutan ni entienden tanto de ballet. Incluso llegué a sufrir brevemente una sensacion que pensaba que no tendría nunca, y fue que me cansaba de ver a Portman en cada toma de la película. Pero todo esto fue un espejismo que se desbanecio rápido y este abuso de Portman se convierte en súplicas por poder alagar 10 minutos más una actuacion tan brillante.

En definitiva, no merece la pena desvelar más de lo que es sin duda una de las grandes películas del año. Recomendar a todos asistir al cine a verla y dejarse llevar por la nube tormentosa de sensaciones que os embaucará hacía una lucha contra vosotros mismos.