El exceso como defecto

Uno de los problemas que más destacan en 'Ocho apellidos vascos' es la innecesario sucesión de chistes. Y no es que crea que sea de mal gusto hacer humor sobre las diferencias culturales de las regiones o incluso sobre el terrorismo, sino que el exceso de bromas puede ser contraproducente. Además, ser demasiado fiel al tópico puede ser gracioso, pero no demasiado efectivo. Así se nos presentan a personas de dos lugares tan lejanos como Andalucía y el País Vasco con personalidades exageradas y caricaturescas.

'Ocho apellidos vascos' no desagrada y en varias ocasiones consigue su primario objetivo de hacer reír, algo que no siempre es fácil. A pesar de ello, el éxito que ha conseguido parece impropio de esta película.