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'The Mandalorian' 2x02 muestra el Lado Oscuro de Baby Yoda y pega bajón

El Capítulo 10 - 'The Passenger', escrito por Jon Favreau y dirigido por Peyton Reed, baja el nivel frente al arranque de temporada y se vuelve loco con Baby Yoda, ¿en el buen sentido?

Por Berta F. Del Castillo Más 6 de Noviembre 2020 | 15:51
Creadora de contenido digital y periodista especializada en cine y series. Fan de 'Star Wars'.

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¡Cuidado SPOILERS!

* Analizamos el 2x02 'The Mandalorian'. Si aún no has visto el episodio... ¡No sigas leyendo!

No todo podían ser tremendísimos capítulos aunque, a decir verdad, ya nos habíamos acostumbrado a ese nivel. 10 episodios lleva 'The Mandalorian' demostrándonos que la libertad creativa con regusto a trilogía original, es el camino para un sólido futuro galáctico, quizá precisamente por este motivo el bajón que pega 'The Passenger' duele un poquito más. De hecho, ha tenido que llegar este Capítulo 10 para que le cogiésemos aún más cariño, sin ir más lejos, a su predecesor, una aventura de arranque muy potente con copiloto excepcional: ese Timothy Olyphant en la piel del Marshal, Cobb Vanth, que dejaba el listón tremendamente alto en lo que a personajes secundarios/ episodicos se refiere. Y ahora llega Lady Frog y se acaba la fiesta, pero vayamos por partes y empecemos por el meollo.

 Baby Yoda en 'The Mandalorian'

Baby Yoda llama muchísimo la atención en este episodio, se pretendiese o no. Esto podría haber sido una cosa positiva, pero teniendo en cuenta que hablamos de uno de los cartuchos más importantes de la serie, quemarlo no es una opción. Así, que esta criaturita tenga tantísimos momentos para brillar en el caso de este viaje, dirigido por Peyton Reed y escrito por Jon Favreau, supone un desliz al que esta propuesta no se puede ni acercar.

El asunto está en que, si bien es cierto que el gag recurrente del bebé comiéndose a la descendencia de la pasajera cuyo linaje está en peligro de extinción, funciona a las mil maravillas; este viene acompañado por numerosos planos de Baby Yoda siendo monísimo, corriendo de acá para allá, observando cómo se tuesta un trozaco de carne del dragón gigantesco (el muchachito tiene hambre, nos queda claro)... Igual que en el Capítulo 9 los momentos de este filón estaban tan contados como bien introducidos, en este episodio son innumerables y mira, no.

'The Mandalorian' no se puede permitir explorar este Lado Oscuro del pequeñín, esa sobrexplotación que además en este caso viene acompañada de una sensación de incoherencia fácil de sacudir, pero incómoda. Y es que ahora de repente este bichito adorable no reacciona tratando de protegerse a sí mismo o a su papá ni en las situaciones más extremas. Sí, es un bebé, pero venimos de un Capítulo 2 en la primera temporada en el que Baby Yoda hacía uso de la Fuerza para salvar a Mando en un momento de peligro. Reiterando, hay que dosificar a la joya de la corona por lo que tampoco se puede estar marcando momentos de Jedi todo el día, pero es extraño que sintiéndose tan amenazado no reaccione. Es como si en este capítulo se estuviesen esforzando tremendamente por subrayar la juventud de los 50 años de este personaje, haciéndolo especialmente indefenso a la par que convirtiéndolo en un peligro para los preciados huevos que él se zampa tan alegremente porque claro, es un niño, no sabe lo que hace.

 'The Mandalorian'

Favreau, marcando paquete

Favreau como director tiene pocas pegas, pero como guionista... Lady Frog. Esta coprotagonista del Capítulo 10 es un personaje pobremente planteado y se comporta de una manera chocante que pretende ser cómica pero no acaba de cuajar por un motivo muy sencillo: su situación es extrema, desesperada, sus huevos son la última esperanza de su especie... Pero no se comporta como tal. Es casi imposible no juzgarla porque hay momentos en los que cuesta encajar que proteja tan torpemente a su descendencia. Ella es una protectora dudosa, pero se pone en modo MacGyver y logra conectar a un droide en modo traductor empalmando dos cables; y está preocupadísima por sus huevos, pero se adentra en territorio desconocido para darse un bañito de vapor como si fuese el momento y lugar para abrazar el modo spa.

Esta montaña rusa de personaje no se merece siquiera el mote de la Jar Jar Binks mandaloriana, lo que subraya que si bien el fuerte de Favreau puedan ser sus ideas millonarias, a la hora del desarrollo a veces la lía, y lo mismo te pone una línea de diálogo intragable en un episodio, que se le hace bola todo un personaje al siguiente. Ojalá dejase de sentir esa necesidad imperiosa de marcar paquete y delegase un poco en Filoni, por ejemplo. Porque tener al señor Dave Filoni de bibliotecario es desaprovechar tremendamente la capacidad narrativa de alguien que ha demostrado ser un experto en marcarse tramas episódicas con un ritmo de muerte. Cualquier capítulo de 'Star Wars Rebels' le da mil vueltas a esto que acaba de hacer Favreu. Solo queda rezar para que el Capítulo 3 salte de nuevo al hiperespacio idílico en el que nos habíamos movido hasta ahora.