Desde que el pasado mes de enero tomara posesión del cargo como presidente de Estados Unidos, Donald Trump ha desplegado una política más agresiva que la de su primer mandato. En lo económico, ha declarado una guerra comercial basada en altísimos aranceles al resto de países del mundo.
La industria del cine no ha quedado exenta de ello. Hace tan solo unas semanas Trump se reía del bloqueo que haría China a las películas procedentes de su país. El gobierno del gigante asiático planteaba una serie de medidas en contra Hollywood en respuesta a los aranceles impuestos por EEUU y ahora parece que la administración del propio Trump les copiaría la idea.
"China retaliated today by reducing the number of American films that can be shown there. What's your reaction to them now targeting cultural exports?"@POTUS: "I've heard of worse things." ? pic.twitter.com/zpseCdDXEX
— Rapid Response 47 (@RapidResponse47) April 10, 2025
Este pasado domingo 4 de mayo, el magnate republicano anunciaba el arancel del 100% a todas las películas producidas en el extranjero. La justificación que ha dado es que la industria cinematográfica de su país está muriendo rápidamente, según ha compartido en el comunicado emitido a través de Truth Social, la red social creada por él mismo, donde planteaba los motivos de su decisión.
"Otros países ofrecen todo tipo de incentivos para alejar a nuestros cineastas y estudios de Estados Unidos. Hollywood, y muchas otras zonas de EE. UU., están siendo devastadas".
En ese mismo comunicado también asegura la "amenaza para la seguridad nacional" que supone. Por eso "autorizo al Departamento de Comercio y al representante comercial de Estados Unidos a iniciar de inmediato el proceso de instaurar un arancel del 100%" a todas las películas que lleguen desde el extranjero.

"¡Queremos cine hecho en Estados Unidos, otra vez!", cioncluye, una frase parecida y que imita la idea de su famoso eslogan de campaña "Make America Great Again". Howard Lutnick y Jamieson Greer, encargados de esta tarea, ya están autorizados a aplicar esta medida inmediatamente.
"Salvador" del cine, una vez más
El famoso empresario, que participó en el clásico de los 90 'Mi pobre angelito 2: Perdido en Nueva York', aseguró en su momento que "mi cameo ayudó a que la película fue éxito". El presidente de los Estados Unidos por aquel entonces era el propietario del Hotel Plaza de Nueva York, espacio donde se grabó la escena con Macaulay Culkin.
"El director Chris Columbus y otros me rogaban que hiciera el cameo", aseguró en su momento la famosa figura: "Yo estaba muy ocupado y no quería hacerlo. Fueron muy amables, pero sobre todo, persistentes. Acepté, ¡y el resto es historia!".

"La gente me sigue llamando cuando la emiten. Ahora, 30 años después, Columbus asegura que me metí a mí mismo en la película. Para nada. Mi cameo ayudó al éxito de la película, pero si se sintieron intimidados, o no me querían, ¿por qué me meterían? ¿Por qué sigo ahí? Porque era y soy genial para la película, ¡por eso!", sentenció hace años el conservador.
En cambio, el cineasta, aseguró que "no puede con ello" en una entrevista para el periódico San Francisco Chronicle en la que dijo que le gustaría recortar esa parte del largometraje. "Si lo corto, probablemente, me expulsen del país. Tendría que volver a Italia o algo así", bromeó el director del filme que también aseguró que la aparición del magnate fue una condición que él mismo exigió.