CRÍTICA

'Rápidos y Furiosos 9' es la experiencia cinematográfica que esperas, a pesar de ciertas ausencias

La Familia Fast empieza a mirar hacia el final del camino, con una vuelta a sus orígenes y varios conflictos familiares. La acción es una locura, como siempre. No se puede ser más disfrutona.

Por Berta F. Del Castillo Más 28 de Junio 2021 | 12:59
Creadora de contenido digital y periodista especializada en cine y series. Fan de 'Star Wars'.

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'Rápidos y Furiosos' siempre ha sido una saga ejemplar a la hora de enfocar sus tramas en un "por y para los fans" más que efectivo. De ahí que el principio del fin que supone la novena entrega esté tan en sintonía con los seguidores más fieles a la exitosa franquicia de Universal, para bien y para mal. Dom vuelve de la mano de una familia más empeñada que nunca en sentirse completa y tremendamente nostálgica también del miembro primordial que siempre va a faltar. Vuelve Charlize Theron recuperando a su villana de 'Fast & Furious 8', también regresa Han (Sung Kang) de entre los muertos y se incorpora un personaje clave: Jacob Toretto.

'Rápidos y Furiosos 9' es la experiencia cinematográfica que esperas, a pesar de ciertas ausencias

John Cena es sin duda de lo mejor de una 'Fast & Furious 9' más enfocada que nunca al sentimiento familiar que une todas las piezas de su (cada vez más acusada) locura. Y es que el hermano del cabeza del clan interpretado por Vin Diesel, se presenta con planes de dominación mundial a la vez que como excusa para echar la vista atrás a la verdadera semilla de estas propuestas que llevan ya 20 años haciéndonos disfrutar ante la gran pantalla: las carreras. Y por aquí, sin revelar demasiado, hay que subrayar la clara intención de todo el equipo de volver a un corazón tan imprescindible a la hora de cerrar la aventura como esos guiños constantes al Brian de Paul Walker que tanto honran a la saga.

Dicha semilla pone de manifiesto que 'Rápidos y Furiosos 9' apuesta como nunca antes lo hizo ninguna propuesta de la saga, por eso de posicionar algunas piezas pensando en un puzzle de los que revelan sus intenciones a largo plazo. Es una sensación que se esconde en todos los rincones y apuntala a la vez que resta potencia a la nueva sobrada de esta veterana de la gran pantalla. A 'Fast 9' le pesan los tentáculos que parecen lanzase hacia su décima entrega lo mismo que se le hace bola lo de no contar con ciertos integrantes del equipo que ganan sobradamente en carisma a algunos de los que más peso han de soportar en esta misión.

'Rápidos y Furiosos 9' es la experiencia cinematográfica que esperas, a pesar de ciertas ausencias

Se nota la falta de Dwayne Johnson y la de Jason Statham, ausencia que sufrimos ahora por haber disfrutado de aquella entretenidísima 'Fast & Furious: Hobbs & Shaw'. De hecho, la falta de The Rock se percibe cuando el foco destaca a Cena, un fichaje muy encomiable cuyo planteamiento y desarollo es muy similar en esencia al de la introducción de Hobbs en 'Fast & Furious 5', pero con la mitad de potencia. Como ocurriese con Johnson en 'Fast Five', Cena ha de esperar en el banquillo para presumir de su estilo de lucha, algo que resta interés a su personaje porque Cena interpretativamente no tiene el atractivo de Johnson. A pesar de esto lo que ofrece su personaje ayuda a dotar de una profundidad emocional a la película que habitualmente no suele concernir a sus adrenalíticas tramas.

Eso sí, esto es tan arma de doble filo como la autoconsciencia e igual de inevitable. Una vez que uno recorre el camino no puede borrar sus huellas y eso pasa tanto a nivel argumental, como explosivo, como desde un punto de vista cómico. Todo tiene que ser más y mejor, lo que carga de dificultad a la tarea del ya más que experto Justin Lin.

'Rápidos y Furiosos 9' es la experiencia cinematográfica que esperas, a pesar de ciertas ausencias

Tras 'A todo gas: Tokyo Race', 'Fast & Furious: Aún más rápido', la quinta entrega y 'Fast & Furious 6', Lin se tomó un descanso pero ahora ha vuelto a ponerse tras las cámaras de la saga decidido a tomar las riendas de la historia hasta llevarla a su conclusión; y lejos de intentar lo imposible: negar la trayectoria que tenemos a nuestras espaldas, ha decidido abrazar la única posibilidad para esta clase de blockbusters... Todo más. El propio Christopher Nolan, piropeando la habilidad de Lin, ya dijo en su día que, aunque nos quejemos, siempre queremos secuelas que superen al film anterior, "las queremos más grandes, no más pequeñas" lo que provoca una incesante escalada que es difícil que no pase factura nueve cintas después.

En este caso la acción es lo que mejor aguanta y el humor lo más resentido, especialmente porque la mencionada autoreferenciación, que es algo tan inteligente como comprensible, renquea unida al rollo chascarrillo que se pega demasiado al personaje de Tyrese Gibson. Statham mola para hacer gracias, también Johnson y por supuesto esas reacciones de pillo que aportaba Walker daban la vida, pero Ludacris ni haciendo equipo con Nathalie Emmanuel puede igualar el efecto espejo idóneo para que Roman no se acerque más a la estupidez irritante que al rollo graciosillo adorable.

'Rápidos y Furiosos 9' es la experiencia cinematográfica que esperas, a pesar de ciertas ausencias

Hay que ser muy fan para no poner los ojos en blanco ante ciertas escenas destinadas a aligerar el peso de las numerosas revelaciones y giros dramáticos... En general hay que ser muy fan para disfrutar realmente de 'Fast & Furious 9'. Lejos quedó aquel robo brasileño al que te enganchas sepas quién es Toretto o no, ahora todo se enfoca mirando al ojo experto de aquellos que llevan dos décadas cogiendo cariño a estos rápidos y furiosos.

Para ellos es también una acción más surrealista que nunca, llena de nuevas ideas tan triunfales como planteadas a medio gas. Es curioso que en medio de tremendas secuecias como la estructurada en torno al interesante concepto de los imanes, terminen destacando los pequeños detalles o las escenas algo menos ambicionas construidas en torno a los personajes femeninos. Hay concretamente dos escenas y una decisión creativa dentro de la traca final, que empujan a pensar que el spin-off femenino puede ser esa bomba que nos merecemos. La primera es una escena protagonizada por Queenie, la cabeza de los Shaw a la que encarna maravillosamente una Helen Mirren que brilla a toda velocidad convirtiéndose en un-absoluto-regalo; y la segunda constituye la introducción de un personaje, de la mano de las Letty y Mia de Michelle Rodriguez y Jordana Brewster, que promete. No esperábamos a la "ninja" de Anna Sawai pero menos mal que ha venido, básicamente. Ella es la que te vuela la cabeza canalizando a aquella Xenia Onatopp de 'Goldeneye' (aunque con un tono más decidido que cachondo), en un memorable instante de la tremenda persecución definitiva.

'Rápidos y Furiosos 9' es la experiencia cinematográfica que esperas, a pesar de ciertas ausencias

La libertad de aquellos segundos

En el famoso monólogo lanzado impolutamente por Diesel en 'The Fast and the Furious (A todo gas)', el origen de la saga, Toretto se coronaba rey del 'ride or die' con aquella frase en la que aseguraba vivir "de medio kilometro en medio kilometro", una manera de explicar que cuando corre no piensa y que en esos segundos es libre. Claro, por aquel entonces no rendía cuentas ante nada ni nadie. De aquel hombre se enamoró Letty, hija de la adrenalina que no está preparada para abrazar esa jubilación en la que se han sumido Brian y Mia desde que fueron padres.

Este es uno de los conflictos más interesantes de la película sin duda: esa evolución de la historia de amor épica que ha superado todo tipo de barreras (amnesia e hijo de otra mujer incluidas), y ahora se enfrenta a una nueva y amenazadora dificultad. Dom cree que recluirse en un remoto lugar alejado de una vida de peligro es lo correcto para criar a su pequeño, pero Letty no funciona así.

'Rápidos y Furiosos 9' es la experiencia cinematográfica que esperas, a pesar de ciertas ausencias

El "nosotros no somos así" que este personaje le lanza a su chico en los primeros pasos de la película funciona a la vez como una forma de reconocer que hay distintas maneras de hacer las cosas, y un aviso de que por fin Rodriguez ha conseguido llevar este papel un poco más a su terreno, marcando la necesaria independencia que aleja a la pareja de un rol arquetípico y los ancla a una dinámica más igualitaria. Son pequeños detalles, pero están ahi y dan un gustazo tremendo, tanto como ver ese nuevo Dom nacido de su reciente paternidad.

A este respecto hay que recordar que 'Rápidos y Furiosos' ha cuidado a Letty ajustándose a la mirada del espectador y los tiempos que la rodean desde que metiese primera; y cuando metió segunda, en '2 Fast 2 Furious', apostó por un elenco tan orgánicamente diverso que es una gozada verlo, todavía hoy. Aún así 'Rápidos y Furiosos 9' pone de manifiesto una innegable evolución, síntoma y a la vez impulso de un (lento) cambio social.

En defensa del blockbuster de ayer

Hay decisiones creativas y concernientes a la producción que hay que aplaudir. Antaño, como no existía la posibilidad, pues simplemente la apuesta por la que se ha decantado 'Rápidos y Furiosos 9' para viajar al pasado era la única opción, pero hoy en día los retoques por ordenador igual que ofrecen un mundo de posibilidades pueden convertirse en el peor enemigo de una película. A este respecto hay dos puntos destacables de esta propuesta de Lin: su uso de una acción "física" en lo posible y el recurso de un simple casting para su salto temporal. Porque ahí están Martin Scorsese con 'El irlandés' o el Luke de 'The Mandalorian', resaltando que a veces no hay que hacer uso de la última tecnología simplemente porque esté ahí. Por suerte el equipo de esta nueva cinta, con Rachel Tenner al frente como directora de casting, ha preferido fichar a Vinnie Bennett y Finn Cole como unos jóvenes Dom y Jake antes que hacer cosas extrañas.

'Rápidos y Furiosos 9' es la experiencia cinematográfica que esperas, a pesar de ciertas ausencias

'Fast 9' también presume de regustito auténtico en sus persecuciones y demás locuras, obviamente no en su "viaje al espacio", pero si van saltando minas en medio de una selva... se rueda integrando explosiones reales en la secuencia. Que después todo tiene su retoque, pero el abuso de pantalla verde no se siente, por lo que técnicamente en este sentido va bien, algo que el simple estatus de novena entrega invita a dar por hecho. Pensar a estas alturas que ciertas particularidades van a estar impolutas es algo natural, pero digamos que el doblaje y consecuente mezcla de sonido en castellano están ahi para recordarnos que... siempre se puede meter la pata.

En definitiva, la Familia Fast vuelve a aguantar el tipo ante el tremendo vacío que dejase Walker, pero en algunos momentos languidece porque falta Brian y porque se nota que no están ni Hobbs ni Shaw, algo que no sucedía en su predecesora. Además, mientras la acción sigue siendo inmejorable, la historia empieza a insinuar un cierre al desarrollarse con vistas a 'Fast & Furious 10', algo tan positivo si uno piensa en términos de saga como quizá pesado para el que no sea mega fan y solo quiera considerar esta película. Defraudar no defrauda si uno sabe lo que es 'Fast' y busca disfrutar en una sala de cine, pero de esto ya hablará la taquilla. Los espectadores que viven intensamente esos murmullos de emoción acompañados de palomitas en la inmersión cinematográfica que no puede replicarse en casa, saben que 'Fast' es una garantía en ese sentido, algo que ya no va a cambiar... Al menos hasta que toque decir adiós.

Nota: 7

Lo mejor: Las chicas Fast, Helen Mirren la primera, y cómo da pasos hacía los orígenes de la saga. La acción, siempre top.

Lo peor: Que en ciertos momentos se note que no solo falta Walker, sino también Johnson y Statham.