En la 77ª edición de los Emmy, celebrada el 14 de septiembre en Los Ángeles, la televisión vivió una noche histórica marcada por dos victorias: Tramell Tillman y Owen Cooper no solo se llevaron el premio a Mejor Actor en sus respectivas categorías, sino que además supusieron hitos en la historia de estos premios.
Tillman, que interpreta a Seth Milchick en la aclamada serie de Apple TV+ 'Separación', se convirtió en el primer hombre negro en ganar el Emmy al mejor actor de reparto en drama. Su triunfo reconoció la intensidad y complejidad de un papel que en la segunda temporada adquirió nuevas dimensiones raciales y de poder. En su discurso, Tillman rindió homenaje a su madre, a quien atribuyó la fortaleza que le permitió llegar hasta este momento.

Mientras tanto, el británico Owen Cooper, de apenas 15 años, hizo historia al alzarse con el Emmy a mejor actor de reparto en miniserie o telefilme por su trabajo en 'Adolescencia', producción de Netflix donde interpreta a Jamie, un adolescente acusado de asesinato. Cooper no solo venció a intérpretes consagrados como Javier Bardem, Peter Sarsgaard o Bill Camp, sino que se convirtió en el ganador más joven de la historia en una categoría masculina de reparto.
En su discurso, el joven actor agradeció el respaldo de su familia y del equipo de la serie, y confesó que aceptar el papel supuso para él un salto al vacío, una experiencia que le obligó a salir de su zona de confort y a explorar emociones extremas con una madurez que sorprendió al público y a la crítica.

Ambos triunfos reflejan un momento de cambio en la industria televisiva, que reconoce tanto la consolidación de voces que reivindican la diversidad y la justicia representativa, como la irrupción de nuevas generaciones dispuestas a asumir riesgos artísticos desde edades tempranas.
Precedentes históricos en los Emmy
La historia de los Emmy está repleta de hitos que, como los de Tillman y Cooper, abrieron camino hacia una mayor diversidad y renovación. En 1968, el ahora infame Bill Cosby fue el primer actor negro en ganar un Emmy por su papel en 'El espía', marcando un precedente. Décadas después, Viola Davis se convirtió en la primera mujer negra en ganar el Emmy a Mejor Actriz de Drama en 2015 gracias a 'Cómo defender a un asesino', con un discurso que aún resuena sobre la falta de oportunidades para las actrices racializadas.

Más recientemente, Zendaya hizo historia al convertirse en la ganadora más joven de dos premios Emmy consecutivos por 'Euphoria', confirmando la irrupción de una nueva generación de talentos.
Estos momentos, junto al reconocimiento de intérpretes como Uzo Aduba, Billy Porter o Sheryl Lee Ralph, demuestran que cada victoria no es solo individual, sino un paso más en la construcción de una industria más inclusiva y consciente de su papel cultural.